Durante su 41 edición, la CATA, o Asociación de Administradores Tributarios de la Commonwealth se reunió para debatir los problemas actuales de los miembros de las administraciones tributarias y de sus redes de socios. 

Esta entidad, fundada en 1978, se dedica a ayudar a sus 47 países miembros mediante conferencias, programas de formación, publicaciones e intercambio de conocimientos con el fin de desarrollar administraciones tributarias efectivas que promuevan el desarrollo sostenible y el buen gobierno.   

Uno de los eventos más importantes que organiza esta entidad de forma regular es la conferencia técnica anual de la CATA, en la que expertos en materia de digitalización, cumplimiento y legislación debaten importantes cuestiones técnicas y legales de especial interés para los miembros de las administraciones tributarias.    

Los principales temas que fueron tratados durante estas sesiones divididas en tres días, que se celebraron esta vez de manera virtual debido a la situación actual con el coronavirus, fueron los siguientes: 

  • las reformas fiscales globales, los sistemas tributarios simplificados,  
  • el uso de la tecnología para simplificar los sistemas tributarios,  
  • la gestión del cumplimiento de las PYME a través de la simplificación tributaria,  
  • la cooperación entre agencias de ingresos y la comparativa de la movilización de los ingresos tras el COVID.  

En ella también participaron representantes de la India, del Reino Unido, Mauricio, Canadá, Kenia, Malasia, Uganda, Malta, Nigeria y de Barbados. Todos ellos contribuyeron al evento con sus respectivas presentaciones.  

Data Tech International tuvo el honor de participar de nuevo en este evento anual (la última vez este tuvo lugar en las maravillosas Islas Fiyi, para conocer más acerca de ello pueden visitar nuestro otro artículo al respecto). La intervención de DTI se programó para el segundo día de reunión bajo el título de: los sistemas tributarios simplificados.   

Goran Todorov, director ejecutivo de DTI, fue el orador de DTI y durante su presentación recalcó el uso de la tecnología de blockchain en la tributación como aspecto clave en el futuro para solventar la brecha de recaudación producto del subregistro, de la supresión de ventas electrónicas y de otras prácticas fraudulentas que se usan para engañar a las autoridades fiscales. La solución TaxCore de DTI ya ha adoptado esta tecnología como parte de sus características principales. Los prerrequisitos principales para el uso del blockchain, y que TaxCore hace realidad, son los siguientes: 

  • Los registros deben ser digitales – el blockchain es aparentemente inmutable, por lo que es importante asegurarse de que cualquier dato que se transfiera al blockchain sea preciso; 
  • Debe existir una identidad digital – para de este modo establecer una conexión fuerte entre la persona y sus operaciones comerciales; 
  • Leyes y regulaciones – en el caso de que no existan en el país, deben aceptar la firma electrónica, así como el establecimiento de una infraestructura de clave pública; 
  • Alfabetización digital. 

La necesidad de una alfabetización digital y de leyes y regulaciones o decisiones políticas puede suponer un desafío mucho más importante al proceso de digitalización que la tecnología por sí misma.  

En este sentido, hoy se puede implementar la solución TaxCore en cualquier país, a través de distintas fases, lo que ayuda a transformar y preparar el entorno para la próxima revolución tecnológica que incluirá el Blockchain.  

Una vez implementada, la solución TaxCore recoge datos a través de cuatro canales distintos para llevar a cabo auditorías en las facturas, usando para ello la metodología de la mini auditoría del blockchain.  

Entre sus procesos de recogida de datos existe la recogida a distancia que se produce automáticamente y que requiere de conexión a internet; la recogida local facilita la carga de paquetes de auditoría cuando no hay conexión a internet; el escaneado del código QR manda la información cuando se escanea el código QR de la factura (el que utiliza el cliente al comprobar su compra y que transmite dicha información a las autoridades fiscales) y la auditoría del elemento de seguridad, que sirve cuando no existe conexión a internet y que se trata del último recurso en el caso de que exista la necesidad de recoger los datos que nunca abandonaron las instalaciones del comerciante. 

Toda esta información, que siempre se encuentra encriptada, sirve para formar contadores que se acumulan. El resultado de esta metodología de la mini auditoria del blockchain se vuelve todavía más valiosa cuando las instalaciones del contribuyente pierden la conexión a internet y los datos no fluyen, en ese caso si cualquier cliente simplemente escanea el código QR de una factura proporcionada por el vendedor, se mostrará la brecha. Este ejemplo muestra que incluso sin realizar una vista a las instalaciones del contribuyente y de forma sencilla y cómoda desde su proprio escritorio, un agente de la autoridad fiscal puede observar y controlar la brecha tributaria que se produce en la transición entre las modalidades en línea y fuera de línea, y, lo que es más importante, puede determinar la obligación tributaria del contribuyente.  

Además de eso, cualquier tipo de transacción emitida dispone de sus proprios contadores para cada contribuyente, asegurando de este modo que la actividad comercial pueda continuar sin percances.  

Finalmente, el orador abordó la detección del fraude por parte de los clientes mediante el escaneo del código QR de las facturas, lo que constituye otra propuesta para afrontar el problema de la brecha de ingresos y de la recaudación de impuestos. 

La tecnología blockchain se centra, en todos estos asuntos, en el proceso de auditoría el cuál TaxCore ha asumido como una de sus principales filosofías de trabajo y que puede, sin duda alguna, ayudar a las autoridades fiscales a descubrir todos los impuestos no declarados y a conocer mejor a sus contribuyentes.